María Ayuda es una corporación de beneficencia con más de 28 años en el trabajo de reparación y prevención del maltrato infantil, la cual trabaja con niños, niñas y familias que viven situaciones de violencia, abuso y negligencia. Cuenta con 24 programas sociales a lo largo de Chile, donde se organiza a través de filiales regionales que dependen administrativamente de Santiago. También tiene presencia internacional en España, Burundi, Perú y Argentina. Fue fundada en 1983 por el sacerdote de Schoenstatt Hernán Alessandri Morandé.
Misión:
Dignificar a las niñas y niños más desvalidos y fortalecer sus familias, al acogerlos y educarlos, siendo instrumentos para que logren la sanación de sus vínculos consigo mismo, con los demás y con Dios.
Con la ayuda de la Virgen María, desde el Santuario de Schoenstatt, basados en la espiritualidad del Padre José Kentenich.
Visión:
Constituirnos en la institución católica líder en la lucha contra el abuso, la violencia y el abandono infantil, con especial énfasis en las niñas y sus familias.
María Ayuda trabaja por la dignidad de los niños y niñas en situación de violencia física y psicológica, abuso sexual y abandono y los ayuda a crecer y desarrollarse dignamente. Trabaja junto con sus familias, para restaurar y fortalecer los vínculos entre ellos y así prevenir que esto se repita.
María Ayuda acoge a 1.700 niños y niñas víctimas de maltrato infantil y les entrega una acogida maternal para ayudarlos a sanar sus heridas y ofrecerles la posibilidad de mirar al futuro con esperanzas. En paralelo, y para completar este proceso reparatorio, se trabaja con las familias. Así, luego de una intervención que dura entre 1 y 3 años, los niños y niñas se reintegran en un ambiente familiar sano y así se rompe el círculo del maltrato. María Ayuda cuenta con distintos formatos de programas sociales para acoger en cada uno de ellos las diferentes maneras en que se presenta esta situación en los niños:
- Hogares residenciales donde los pequeños o jóvenes viven, porque han debido dejar sus casas ya que ahí experimentan una situación permanente de riesgo y vulneración.
- Casas de acogida diurna, donde los niños y niñas están en las tardes luego del colegio. Aquí, el equipo técnico se hace cargo de situaciones de maltrato que no constituye delito y previene situaciones de maltrato mayor. Además, potencia el buen trato dentro de las familias que participan.
- Centro de atención especializado, que se dedica a realizar intervenciones psico-sociales a familias que presentan situaciones de riesgo y maltrato. Aquí se les entrega una asesoría completa.
- Centro educacional familiar, que cuenta con un colegio, jardín infantil, área de familia, entre otras; y cuyo fin es potenciar la cultura del buen trato en las familias y prevenir situaciones de riesgo mayor.
- Atención a jóvenes embarazadas, en hogares y casas de acogida. Se les apoya en un embarazo no deseado y luego a enfrentar el rol de mamás, cuando sus hijos ya han nacido.
- Cursos de capacitación en buen trato y empleabilidad, para papás y mamás de niños beneficiarios de María Ayuda, además de otra población vulnerable. El propósito es entregarles herramientas para evitar el maltrato a través de conductas positivas y mejores oportunidades económicas que permitan tener un ambiente familiar más tranquilo
María Ayuda, en nuestra ciudad...
En Temuco constamos de dos hogares, pero que tienen funciones distintas:
- Hogar Navidad: Acoge a madres adolescentes con sus hijos nacidos o en gestación y que han sido gravemente vulneradas en sus derechos. Aquí reciben una atención integral por parte de la Corporación, brindándoles a ellas y sus bebés apoyo emocional, psicológico, espiritual y material, con el fin de promover su bienestar y posterior reinserción familiar.
Las adolescentes optaron por la vida de sus hijos y María Ayuda acompaña a las jóvenes en sus procesos de sanación, reparación e integración, para el desarrollo de vínculos sanos y seguros con ellas, Dios y su entorno, con el fin de transformar un embarazo no planificado en un hijo amado.
- Residencia Jardín de María: En este caso la corporación acoge a niñas entre 7 y 17 años, quienes han sido abusadas, violadas, agredidas o maltratadas, con el fin de brindarles un hogar, ya que en el propio no pueden continuar viviendo debido a las difíciles circunstancias en que tenían que subsistir, las que constituían un continuo riesgo y vulnerabilidad.